Cómo curar tur heridas si vives con diabetes

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Primeros auxilios básicos para evitar la aparición de úlceras en una herida.

La Diabetes Mellitus es un trastorno metabólico crónico que hace que la concentración de glucosa en sangre sea más elevada de lo normal.

Tener diabetes puede resultar una dificultad en el proceso de  la curación de heridas, ya que la enfermedad está relacionada con ciertas complicaciones tales como la angiopatía diabética (daño en los vasos sanguíneos) o la neuropatía diabética (daño en los nervios).
Cualquiera de estas dos afecciones aumenta la probabilidad de tener infecciones y, a su vez, el proceso de curación de las mismas es más dificultoso.

Cómo curar tur heridas si vives con diabetes

Así pues, si tienes diabetes, el primer paso que debes dar para curar una herida es mantener los niveles de azúcar en sangre en un rango adecuado (< 125 mg/dl). A continuación, el principal objetivo que debes perseguir es que la herida cicatrice tan pronto como sea posible. De esta forma, conseguirás evitar la infección.

En caso de que  tengas una herida (ampolla, corte o rozadura), es recomendable que sigas estos pasos:

  • Lávate bien las manos antes de realizar la cura de la herida (esta recomendación es muy importante para no favorecer la infección).
  • Lava adecuadamente la herida con agua y jabón.
  • Realiza un buen secado de la zona con gasas de algodón estéril.
  • Aplica un antiséptico suave y que no tenga pigmentación (los pigmentados como el yodo pueden resecar más la herida; sin embargo, la clorhexidina es una sustancia antiséptica de acción bactericida y fungicida muy eficaz).
  • Tapa y protege la herida con una gasa y cúbrela con un apósito.
  • Acude a tu centro de salud para hacer un seguimiento del tratamiento.

Tras la evaluación de  un profesional sanitario, es importante que sigas estos consejos  clave para cuidar esta herida:

  • Controla tus valores de azúcar en sangre.
  • Mantén la úlcera limpia y protegida con una venda.
  • Limpia la herida diariamente y cambia los apósitos que estés utilizando.
  • Si la herida se ha producido en los pies, alivia la presión inmediatamente.
  • Visita a un especialista para que evalúe la herida con cierta frecuencia.

Siguiendo estos consejos y, sobre todo, manteniendo unos niveles de glucemia adecuados, conseguirás que el proceso de cicatrización sea más rápido y evitarás la aparición de nuevas úlceras.

Autor: Íñigo Espinar Vicario, Enfermero en el hospital Saint George en Londres.

 

 

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